miércoles, 15 de agosto de 2018

Para tener en cuenta...



La satisfacción laboral y el entusiasmo con el que realizan sus tareas los empleados son factores decisivos para la empresa. La buena (o mala) predisposición de las personas influye de forma directa en la calidad de los productos o servicios. ¿Estás teniéndolo en cuenta al conducir a tu equipo de trabajo?



1.      Asigná correctamente los puestos de trabajo.Cada trabajador debe ocupar un puesto adecuado a su perfil. ¿El candidato está preparado para ese trabajo? ¿Le gusta? ¿Se siente cómodo? Si no es así, puede que se aburra o que no pueda realizarlo con éxito. Ver nota "La persona indicada".


2.      Hacé participar a la gente en la toma de decisiones.Elton Mayo (1880-1949), psicólogo y sociólogo especializado en organizaciones, constató que involucrando a las personas en las decisiones, mejoraban sus resultados. Promové la comunicación en todas direcciones. Escuchá las propuestas de tu equipo y, de ser posible, ponelas en práctica.


3.      Brindá autonomía. Delegar de forma eficaz genera confianza en el equipo de trabajo. El hecho de tener cierto margen de libertad para el desarrollo de las tareas es una fuente importante de motivación. Ver nota "Delegar: 7 claves".
4.      Garantizá un ambiente de trabajo positivo.Intentá mejorar la convivencia laboral. Si existen conflictos en el equipo, es un buen momento para que intervengas. Escuchar y actuar es una forma de demostrar que te preocupa el ambiente laboral. Ver nota "Espacios que alimentan la creatividad".


5.      Brindá oportunidades de desarrollo.Al conocer las áreas de interés de cada persona, podés ofrecerles posibilidades para que amplíen sus capacidades o se mantengan actualizados. Por ejemplo, una maestría paga por la empresa, un curso de idiomas, entrenamiento en un software específico, etc.


6.      No minimices la importancia del salario.El salario no es un factor que produzca motivación por sí mismo, pero si no es congruente con el mercado, la actividad, el puesto, e incluso con las posibilidades de presupuesto de la empresa, será un elemento clave de insatisfacción, que difícilmente pueda neutralizarse.


7.      Mejorá el lugar físico de trabajo.Garantizá que tus empleados estén cómodos en el espacio de trabajo, sea una oficina, un taller, un comercio o una oficina móvil. Esto implica que tengan los elementos adecuados para realizar sus tareas. Desde una calculadora hasta un correcto software de gestión. ¿Una cafetera quizá? ¿Un aire acondicionado? ¿Mejor iluminación? Ver nota "5 espacios que no pueden faltar


8.      Negociá los objetivos con tu equipo.Cuando las metas y los objetivos se establecen en conjunto los trabajadores se sienten más comprometidos. Al hacerlos partícipes de la formulación, se tienen en cuenta sus expectativas y capacidades, lo que produce un mayor incentivo por alcanzarlos.
9.      Premiá a tu equipo por un trabajo bien hecho.Cuando los objetivos se cumplen, es importante reconocerlo. Hay diversos incentivos que pueden ser efectivos de acuerdo a los que cada empleado privilegie: un regalo, un franco extra, días de vacaciones adicionales, una promoción o un premio económico.


10. Instaurá políticas flexibles.Una de las ventajas de las pymes, a diferencia de organizaciones de mayor tamaño, es que podés conocer a los empleados. Este conocimiento es información valiosa para motivar a tu equipo de trabajo, pudiendo brindarles flexibilidad dónde más lo aprecian: horario flexible o adaptado a las necesidades, trabajo desde casa un día a la semana o teletrabajo, jornada reducida, etc. Sé creativo para encontrar las políticas que mejor funcionan para tu equipo.


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